Usar ambos lados del cerebro
Alberto Lifshitz
Aunque se ha acompañado de contradicciones, interpretaciones simplistas, especulaciones y generalizaciones desproporcionadas, varios indicios clínicos y neurofisiológicos han generado la idea de que los hemisferios cerebrales tienen una cierta especialización diferenciada, aunque anatómicamente sean prácticamente idénticos. El hemisferio izquierdo se ha relacionado con las habilidades analíticas y lógicas, el procesamiento del lenguaje, el razonamiento y las habilidades matemáticas, mientras que el hemisferio derecho se ha vinculado con la creatividad, la imaginación, la apreciación estética, la intuición y la emoción. Cuando parece iniciarse el mito es al tratar de clasificar a los seres humanos según el hemisferio predominante, al considerar fronteras precisas entre ambos hemisferios, atribuir exclusividad a las propiedades de un determinado hemisferio, o asumir deficiencias funcionales como explicación de ciertos rasgos personales, pues, como se ha dicho, casi todo lo que nos hace humanos, existe en ambos lados del cerebro.

Como quiera que se vea, la distinción entre los dos grupos de competencias o habilidades puede tener un significado simbólico y pedagógico. Para nuestra revista Medicina y Cultura se pueden conciliar los dos términos del título con funciones atribuidas a los hemisferios del cerebro, si se quiere, haciendo un uso forzado de cierta sutileza. Se ha dicho que la medicina tiene un pie en la ciencia y el otro en las humanidades, y que ambos son igualmente importantes. Esto se corresponde aproximadamente con lo que se conoce de las diferencias en la función de cada uno de los hemisferios cerebrales, dado que mientras el izquierdo es más bien analítico y metódico, el derecho tiene que ver con los aspectos creativos y artísticos. El hemisferio izquierdo es el asiento del razonamiento y el análisis, las habilidades cognitivas y lingüísticas, mientras que el derecho el involucrado con el lenguaje no verbal y las emociones. Bastarían estas diferencias para entender la necesidad de ejercitar ambos lados para quienes ejercen la medicina y otras profesiones de salud, si bien las diferencias entre estos hemisferios no son tan claras como nos hace pensar el tan difundido mito.

Para los médicos, la información fidedigna, científicamente probada, validada, se complementa con la capacidad de establecer relaciones humanas, de comunicarse con el paciente y su familia, de saber leer los indicios ocultos, de percibir los trasfondos del sufrimiento, de consolar y acompañar. El médico erudito pero insensible es igual de incompetente que el compasivo pero ignorante.

Esta distinción también se puede extrapolar hacia lo que se suele llamar “habilidades blandas” (soft skills) y “habilidades duras” (hard skills) que se manejan en los procesos formativos para las licenciaturas empresariales. Las habilidades blandas ayudan a desarrollar la personalidad y la forma de trabajar, e incluyen capacidades para la comunicación, el trabajo en equipo, liderazgo, pensamiento crítico, gestión de tiempo, creatividad, solución de problemas, empatía y adaptación. Las competencias duras abarcan conocimientos técnicos y prácticos para desarrollar un rol específico. Son habilidades medibles que se adquieren a través de la educación y la práctica.

La práctica clínica eficiente exige un conocimiento técnico de los fundamentos de la profesión: las enfermedades y sus síntomas, sus causas o factores de riesgo, la manera de identificarlas y las estrategias para prevenirlas o curarlas, pero también cómo acercarse a los pacientes, ganarse su confianza, entenderlos y darse a entender, generar esperanza y sublimar el sufrimiento. En otras palabras, la ciencia y el arte, el saber y la magia.

La publicación periódica Medicina y Cultura aspira a ser un espacio para ilustrar el uso de ambos lados del cerebro.

Sugerencia de citación:
Lifshitz, A. (2024, septiembre). Usar ambos lados del cerebro. Medicina y Cultura2(2), mc24a-14.
https://doi.org/10.22201/fm.medicinaycultura.2024.2.2.14

 

Alberto Lifshitz

El doctor Alberto Lifshitz es especialista en Medicina Interna, académico titular de la Academia Nacional de Medicina y emérito de la Academia Mexicana de Cirugía; también ha sido profesor de la UNAM por más de 50 años y presidente fundador de la Academia Nacional de Educación Médica. Actualmente es presidente de la Academia de Médicos Escritores. Obtuvo el premio Guillermo Soberón 2013. Fue ganador del Concurso de Obras Médicas de la Academia Nacional de Medicina por tres años consecutivos (2020 a 2022). Ha publicado 33 libros, más de mil capítulos de libro y cuenta con más de mil artículos publicados. Es miembro de la Sociedad de Historia y Filosofía de la Medicina.

Lecturas recomendadas

Buzan, T. (1991). Using both sides of your brain. Third edition. Dutton adult. 1991.

Landis, T. (2015). Review: Tales of both sides of the brain. Cerebrum: the Dana forum on brain science, 2015, cer-13-15.

Lifshitz,  A. (2022). Saber y magia. Reflexiones contemporáneas sobre el arte de la medicina. Editorial Palabras y Plumas. México 2022.

Walden University: What is the difference between hard skills and soft skills. https://lifelonglearning.waldenu.edu/resource/what-is-the-difference-between-hard-skills-and-soft-skills.html

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